Esta semana se están debatiendo nuevas medidas diseñadas para promover el comercio legal y sostenible, y traer beneficios económicos a las comunidades locales del sector pesquero del Caribe Oriental en el marco del Proyecto Blue BioTrade. Durante los dos días de la reunión, que se está celebrando en el país insular de San Vicente y las Granadinas, se están examinando los resultados de un proyecto de 18 meses cuyo objetivo es analizar el potencial comercial de los productos Blue BioTrade de tres países del Caribe Oriental (Granada, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas), así como la pesca sostenible de la concha reina, una especie icónica local.
La concha reina es un manjar de marisco que se utiliza también para productos terapéuticos no alimentarios y productos artesanales. Durante algunos años, su extracción y comercio no estaban debidamente regulados, lo que provocó una disminución marcada de la población en toda su área de distribución. El proyecto Blue BioTrade ha estado ayudando a pescadores a trabajar de manera más sostenible y en el marco de la normativa comercial vigente a fin de mejorar sus medios de subsistencia y la economía local. El proyecto ha sido una colaboración entre la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Conjuntamente, iniciaron el proyecto Blue BioTrade Project cuyo objetivo es mejorar los ingresos de los pequeños productores de los países participantes, proporcionar acceso a mercados nuevos y, a la vez, garantizar una gestión más sostenible de la especie (Strombus gigas).
El proyecto se puso en marcha hace unos dieciocho meses y fue financiado por la Unión Europea y la OECO. El proyecto incluía la investigación y elaboración de soluciones políticas basadas en hechos y actualmente cuenta con un plan de acción para impulsar la industria local y ayudar a proteger la diversidad biológica del lugar.
La concha reina está incluida en el Apéndice II de la CITES, por lo que, su comercio debe estar regulado a fin de que sea legal, trazable y sostenible. Se estimó que el mercado mundial de este molusco marino o marisco ascendió a 74 millones de dólares de los EUA en 2017 y sigue creciendo.
Si bien la demanda mundial está en auge, en el Proyecto se opina que los pequeños productores costeros del Caribe Oriental no son plenamente conscientes de la amplitud de oportunidades que puedan ofrecer los mercados sostenibles de la concha reina.
La Secretaria General de la CITES, Ivonne Higuero, señaló que, frente a la creciente preocupación mundial sobre la relación de las personas con la naturaleza, el proyecto “promovería la sostenibilidad a largo plazo del uso y comercio de la concha reina y el bienestar de las comunidades locales que dependen de la pesca para subsistir”.
En muchos sitios, la extracción temprana, no controlada, de la concha reina ha conducido a la pesca excesiva, desembarques ilegales y la disminución rápida de los stocks. Por esta razón, la especie ha estado incluida en el Apéndice II de la CITES desde 1992. Este Apéndice incluye las especies que no están necesariamente en peligro de extinción, pero cuyo comercio internacional debe ser controlado a fin de evitar usos incompatibles con su supervivencia.
Las preocupaciones principales, en lo que se refiere a la oferta en la cadena de valor de la concha reina, incluyen la falta de sistemas de trazabilidad y la escasez de datos relativos a los desembarques y el comercio. Igualmente preocupante es el conocimiento limitado y la escasa aplicación de los requisitos y procedimientos de la CITES, tales como la emisión de permisos comerciales, además de la falta de prácticas habituales de manipulación y normas sanitarias, y la inexistencia de organismos oficiales que representen los intereses de los pescadores.
La UNCTAD, la OECO y la CITES se han aliado para identificar y priorizar estas preocupaciones e intentar resolverlas. Todas las partes interesadas estarán presentes en la reunión de esta semana en San Vicente y las Granadinas y se espera que acuerden los planes para impulsar el comercio sostenible en el marco del proyecto Blue BioTrade.