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COMUNICADO DE PRENSA
Nuevo informe destaca la amenaza continua de la caza furtiva a los elefantes africanos
Ginebra, 10 de mayo de 2019 – una evaluación actualizada del programa de la CITES de Supervisión de la Matanza Ilegal de Elefantes (MIKE) confirmó que la caza furtiva continúa amenazando la supervivencia a largo plazo del elefante africano.
MIKE evalúa los niveles relativos de caza furtiva basándose en la Proporción de Elefantes Matados Ilegalmente (PIKE), que se calcula dividiendo el número de elefantes matados ilegalmente encontrados por el número total de despojos de elefantes encontrados por las patrullas, o por otros medios, agregados por año para cada sitio. Los niveles de PIKE por encima de0.5 significan que más muertes de elefantes registradas se debieron a la matanza ilegal que a otros tipos de muerte.
Las pruebas revelan que la Proporción de Elefantes Matados Ilegalmente (PIKE) alcanzó su punto máximo en 2011 con 0.77, cuando se cazó furtivamente un 10% alarmante de elefantes africanos. Luego descendió de manera constante hasta 2017 a 0.53 y se mantuvo relativamente sin cambios en 2018.
Estos altos niveles de PIKE son preocupantes dado que incluso en las poblaciones de elefantes bien establecidas y protegidas, las pérdidas anuales provocadas por la matanza ilegal y otras mortalidades no se compensaría con los índices de nacimiento. Muchas poblaciones de elefantes africanos son pequeñas y fragmentadas y no están bien protegidas, lo que las hace aún más vulnerables a la caza furtiva. A medida que los niveles de PIKE permanecen por encima de 0.5 en África, el número de elefantes africanos en algunos países continúa en declive.
Las poblaciones de elefantes africanos se redujeron de unos 12 millones hace un siglo a unos 400,000, según las estimaciones más recientes que figuran en el Informe sobre la situación del elefante africano de 2016 de UICN/SSC.
“La matanza ilegal de los elefantes africanos por su marfil sigue siendo una amenaza significativa a las poblaciones de elefantes en la mayoría de los Estados del área de distribución. Asimismo, la población humana de África ha aumentado 10 veces, de 125 millones a 1,225 millones, creando competencia por la tierra con los elefantes.” dijo la Secretaria General de la CITES Ivonne Higuero. “Tenemos que seguir reduciendo la caza furtiva y el comercio ilegal de marfil y encontrar soluciones para garantizar la coexistencia de los elefantes con los pueblos locales. Esto significa fortalecer la aplicación de la ley, reducir la demanda de marfil proveniente de fuentes ilegales garantizando los medios de subsistencia de las personas que viven con elefantes. La comunidad internacional debe ampliar más su trabajo con los Estados del área distribución africanos para encontrar soluciones que funcionen tanto para los elefantes como para las comunidades locales.”
El comercio internacional de marfil de elefantes ha sido prohibido por la CITES desde 1990. Las opiniones difieren entre los países sobre si esta prohibición debe continuar o no. Los países africanos donde las poblaciones de elefantes están suficientemente saludables y sostenibles sostienen que se les debería permitir reanudar el comercio de marfil, entre otras cosas, para generar fondos para la conservación de los elefantes. El elefante africano y el debate sobre el comercio de marfil será un tema clave en el programa de la siguiente reunión trienal de la Conferencia de las Partes de la CITES (CoP18) que, en principio, se programó para mayo en Colombo, Sri Lanka, pero que se postergará a una fecha ulterior.
Los hallazgos de MIKE
El programa MIKE ha sido establecido en virtud de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Las 183 Partes de las CITES examinarán las conclusiones de MIKE en la CoP18.
El programa MIKE realiza operaciones en una amplia muestra de sitios designados a lo largo del área de distribución del elefante africano (Loxodonta africana) y del elefante asiático (Elephas maximus), en 30 países de África y 13 países de Asia. Los datos de MIKE se recopilan en sitios MIKE designados por patrullas del orden público y de la guarda forestal en el terreno. Cuando se encuentra un despojo de elefante, el personal en el terreno intenta establecer la causa de muerte y otros detalles, como el sexo y la edad del animal, la condición del marfil, y el estado de descomposición del despojo. Estos datos se presentan al programa MIKE de la CITES para su análisis.
Hasta la fecha (2003-2018), se ha recopilado una base de datos con más de 19,100 registros de despojos para los sitios MIKE en África. También se ha recopilado una serie de datos de 3.377 registros de despojos de elefante encontrados entre 2003 y finales de 2017 en 12 Estados del área de distribución de Asia. Esto constituye la base de información disponible más importante para realizar análisis estadísticos de los niveles de matanza ilegal de elefantes.
Cincuenta y tres sitios MIKE presentaron información en 2018 a la Unidad de coordinación central MIKE. Todos los sitios MIKE en África oriental y meridional presentaron informes, mientras que 12 de 16 sitios en África central, y 15 de 18 sitios en África occidental presentaron informes. En 2018, se recibió un total de 1235 registros de despojos, de los cuales 520 se registraron como matados ilegalmente.
Figura 1. A) Tendencia de la PIKE en África con intervalos de confianza del 90%, sobre la base de 19,139 informes de despojos de elefantes (matados ilegalmente o muertos por otras causas) notificados para el periodo 2003-2018. B) El número total de despojos notificados por año, independientemente de la causa de muerte (línea continua); y el número total de despojos de elefantes matados ilegalmente al año (línea discontinua).
Para entender mejor estas tendencias, MIKE utiliza modelos estadísticos para identificar posibles impulsores de la intensidad de las matanzas ilegales. Específicamente, se encontró una fuerte correlación entre el precio del marfil y la variación anual en la PIKE, mientras que la variación a nivel de sitio se correlaciona con la densidad de la pobreza (el número de pobres/km2) y la adecuación de la aplicación de la ley estimada. Se encontraron pruebas fehacientes de que la PIKE disminuye con la corrupción nacional descendente.
Al igual que en todos los análisis MIKE anteriores, se sigue constatando que la gobernanza (como se representa en el Índice de Percepción de la Corrupción) constituye el principal factor correlacionado con la caza furtiva de elefantes a escala nacional. Las consecuencias de una gobernanza deficiente tienden a manifestarse a través de toda la cadena de abastecimiento del marfil, facilitando el movimiento del marfil ilegal desde el sito de la matanza hasta el punto de exportación. Como se señaló en anteriores informes, la gobernanza y los niveles de desarrollo humano están estrechamente correlacionados, haciendo que sea difícil determinar con exactitud los efectos de cada uno aisladamente. Es probable que haya una relación causal en ambos sentidos entre la gobernanza y el desarrollo humano, en virtud de la cual las limitaciones en uno impiden las mejoras en el otro.
El análisis de la tendencia MIKE también da a conocer los niveles actuales de Matanza ilegal de elefantes en cada una de las subregiones africanas:
- África oriental. La estimación de la PIKE para África oriental aumentó de 0.23 en 2017 a 0.32 en 2018, aunque el valor de 2018 a uno se encuentra dentro de los límites de error para 2017 y es muy similar a la cifra de 2016. La caída de la PIKE en 2017 se atribuye a la sequía de 2016 (noviembre)-2017 en Kenya, que afectó el área de conservación de Tsavo y los sitios MIKE de Samburu-Laikipia. Dependiendo de la gravedad, la sequía puede aumentar el número de muertes debido a causas naturales, por lo tanto, reduce la PIKE a pesar de no haber ningún cambio en los índices de caza subyacentes.
- Africa meridional. La PIKE aumentó de 2016 a 2017 y permaneció relativamente sin cambios en 2018. el aumento del a PIKE del 2016 al 2017 se debió en gran medida al aumento de valores de PIKE a nivel de sitio en varios sitios de la región, como el Parque Nacional Chobe (Botswana), el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica), el Parque Nacional South Luangwa (Zambia) y la Reserva de Caza Niassa (Mozambique). La estimación subregional de la PIKE permanece igual en 2018 debido a los altos valores PIKE en la Reserva de Caza Niassa (Mozambique) y el Parque Nacional South Luangwa (Zambia). En cambio, el Parque Nacional Etosha (Namibia) registró 20 despojos en 2018, ninguno de los cuales había sido matado ilegalmente.
- África central. La estimación subregional de la PIKE sigue siendo preocupantemente alta, con una estimación media de la PIKE de 0.73 en los tres últimos años (Figure 2.A). El sitio MIKE en la subregión con un nivel particularmente alto de PIKE y más de 20 despojos registrados en 2018 es el Parque Nacional Nouabalé-Ndoki (Congo), con una PIKE de 0.95, mientras que el Parque Nacional Minkébé (Gabon) y el Parque Natural Virunga (República Democrática del Congo) registraron 16 y 12 despojos ilegalmente matados respectivamente, y ningún despojo de muerte natural. En cambio, dos sitios registraron 20 o más despojos al año en 2017 y 2018 y tuvieron una menor PIKE en 2018: el Parque Nacional Lopé (Gabón) de 0.20 a 0.11 y el Parque Nacional Garamba (República Democrática del Congo) de 0.72 a 0.30.
- África occidental. La estimación subregional de la PIKE para África occidental disminuyó de 0.75 en 2017 a 0.46 en 2018, aunque los intervalos de confianza de 2017 y 2018 siguen solapándose. Alrededor del 70% de todos los despojos en la subregión (58 despojos registrados en la subregión) se registraron en el Parque Nacional y Reserva de la Biosfera Pendjari (Benin) en 2018, en comparación con el 29% de los 40 despojos registrados en la subregión en 2017. Esta alta contribución al número total de despojos en un solo sitio, y el nivel de la PIKE de 0.25 para el sitio en 2018, pueden ser responsables de la tendencia subregional, dado que la PIKE para este sitio disminuyó de 0.42 en 2017 a 0.25 en 2018.
Sin embargo, resulta particularmente difícil efectuar inferencias fiables basándose en la tendencia de un año a otro en esta subregión debido al bajo nivel de presentación de informes de varios sitios. Diversos factores pueden afectar la capacidad de los sitios a presentar informes, así como la calidad de los datos; incluyendo el nivel de seguimiento y protección de las poblaciones en los distintos sitios. Además, las poblaciones son pequeñas, fragmentadas y aisladas. En comparación con otras subregiones, África occidental tiene el menor número total de despojos registrados -797 en 16 años. No obstante, se puede decir que el valor PIKE de 0.46 en 2018 es significativamente menor que los valores PIKE registrados en 2014-2016, con un promedio de 0.91 (Figura 2. D). El programa MIKE realizará acciones específicas para mejorar la comprensión de la situación relacionada con la aplicación de MIKE en África occidental.
Nota a los redactores:
El informe MIKE actual y su adición de 2018 se encuentran publicados como documentos oficiales de la CoP18 en la página Internet de la CITES.
Para más información, póngase en contacto con Michael Williams [email protected] o Liu Yuan [email protected]
Acerca de la CITES
Con 183 Partes, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) sigue siendo uno de los instrumentos más potentes en el mundo para la conservación de la vida silvestre mediante la regulación del comercio. Miles de especies son comercializadas internacionalmente y utilizadas por las personas en su vida diaria para obtener alimentos, atención sanitaria, vivienda, recuerdos turísticos, productos cosméticos o accesorios de moda. La CITES regula el comercio internacional de más de 36.000 especies de plantas y animales, incluyendo sus productos y derivados, con el fin de garantizar su supervivencia en el medio silvestre y beneficiar los medios de subsistencia de la población local y el medio ambiente mundial. El sistema de permisos CITES tiene por objeto procurar que el comercio de especies incluidas en los Apéndices de la CITES sea sostenible, legal y trazable. La CITES se firmó en Washington D. C. el 3 de marzo de 1973 y entró en vigor el 1 de julio de 1975.
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