COP 12 - Press Cuttings


Discurso del Presidente del Comité Permanente de la CITES

Santiago, 3 de noviembre de 2002

Señor Director Ejecutivo, Señor Secretario General, Excelentísimos Señores, Distinguidos Delegados, Señoras y Señores.

En nombre del Comité Permanente, les doy la bienvenida a esta 12a. reunión de la Conferencia de las Partes. Es sumamente apropiado que la Convención vuelva a centrar su atención en esta vasta y maravillosa región del mundo. Han transcurrido casi 20 años desde que Argentina, país vecino, acogió la quinta reunión de la Conferencia de las Partes. Mucho ha cambiado, y sin embargo, mucho sigue siendo igual. Es también apropiado que el programa de trabajo para las próximas dos semanas se centre en importantes cuestiones de conservación de esta región, que son reflejo de las cuestiones de carácter mundial que se examinan en el marco de la Convención.

Estas cuestiones son mundiales, no sólo por sus efectos, sino también por su complejidad. Lo que decidamos en Santiago ha de afectar considerablemente la conservación en todo el mundo. Escucharemos mucho sobre el comercio de maderas tropicales y especies marinas; con todo, éstos son sólo dos de los 124 puntos del orden del día que han de examinarse. Una cuarta parte de estos temas, todos importantes con independencia de su envergadura, se relacionan con esta región y la afectan directamente.

Como los preparativos establecidos lo indican, nuestros anfitriones chilenos han cumplido una labor descollante a fin de que el lugar de celebración de la 12a. reunión ofrezca condiciones excelentes. Merecen nuestro más profundo reconocimiento y gratitud por haber asumido la tarea amedrentadora de organizar estas reuniones. Toca ahora a nosotros aprovechar de este maravilloso lugar y hacer colectivamente todo lo que podamos, para adelantar los trabajos de esta importante Convención.

Esta Convención se firmó en 1973 y entró en vigor en 1975, después que 10 Estados la hubieran ratificado. A lo largo de estos primeros 25 años, mucho ha cambiado en esta región y en todo el mundo. Ante estos cambios, la CITES ha demostrado su flexibilidad y capacidad para abordar los problemas ambientales nuevos y que comienzan a perfilarse en el mundo. Se ha convertido en un instrumento capital para la utilización sostenible y la participación de la comunidad local en la conservación de la flora y fauna, y se sigue adaptando a las circunstancias. Durante esta reunión entrará en vigor la ratificación de la 160a. Parte en la Convención.

Si bien ha habido, y siempre habrá, nuevos problemas en materia de conservación, y será necesario introducir adaptaciones indispensables y creativas para su aplicación, los postulados básicos de esta Convención continuarán siendo tan fundamentales y visionarios como hace 25 años. En las dos próximas semanas, cuando nos zambullamos en un torbellino de actividades que abarcan cuestiones complejas y asuntos a veces fastidiosos, pero esenciales, es importante que nos detengamos un momento para recordar el verdadero carácter de esta Convención y sus hipótesis básicas.

Distinguidos Delegados, Señoras y Señores, se han hecho muchos análisis e interpretaciones de la Convención. Se plantean preguntas y se debate sobre sus méritos y su oportunidad. Se formulan críticas a su eficacia y se esgrimen argumentos en cuanto a la función que le corresponde en la conservación de los recursos mundiales. En la sociedad civil, estos planteamientos son atinados y adecuados, por lo que es preciso mantenerlos durante esta reunión. Pero cuando lo hagamos, recordemos esas palabras, sencillas pero elegantes, del preámbulo, que sustentan esta Convención y sientan las bases de uno de los más importantes instrumentos actuales para la conservación de los recursos mundiales.

"Los Estados Contratantes,

Reconociendo que la fauna y flora silvestres, en sus numerosas, bellas y variadas formas constituyen un elemento irremplazable de los sistemas naturales de la tierra, tienen que ser protegidas para esta generación y las venideras;

Conscientes del creciente valor de la fauna y flora silvestres desde los puntos de vista estético, científico, cultural, recreativo y económico;

Reconociendo que los pueblos y Estados son y deben ser los mejores protectores de su fauna y flora silvestres;

Reconociendo además que la cooperación internacional es esencial para la protección de ciertas especies de fauna y flora silvestres contra su explotación excesiva mediante el comercio internacional;

Convencidos de la urgencia de adoptar medidas apropiadas a este fin;

Han acordado lo siguiente: ..."

Hay en la actualidad 160 Partes que han aceptado estos postulados básicos. Considerémoslos nuestro vínculo común, pues han de permitirnos seguir avanzando juntos.

Creo que quien mejor captó la esencia de nuestros objetivos para esta reunión fue el naturalista y ensayista Henry David Thoreau, cuando hace más de un siglo escribió: "La preservación del planeta reposa en la naturaleza". En nombre del Comité Permanente, les hago llegar mis mejores votos de éxito en sus deliberaciones.